En medio del pánico que genera en el mercado la posibilidad de extensión de las medidas de cuarentena en Colombia y una posible depresión económica, una de las alternativas que tienen las compañías, particularmente las pequeñas y medianas empresas, es solicitar acceso a la Superintendencia de Sociedades a procesos de reorganización a través de Ley 1116 de 2006.
Dicha Ley da la posibilidad no solo a las compañías que ya tienen dificultades en sus pagos a acreedores, sino que abre paso a empresas con “Incapacidad de pago inminente. El deudor estará en situación de incapacidad de pago inminente, cuando acredite la existencia de circunstancias en el respectivo mercado o al interior de su organización o estructura, que afecten o razonablemente puedan afectar en forma grave, el cumplimiento normal de sus obligaciones, con un vencimiento igual o inferior a un año” (articulo 9 Ley 1116 de 2006).
Esta alternativa genera posibilidad de blindar a la compañía de procesos jurídicos, que incluyen posibles embargos, definiendo un plan de pagos con acreedores. Es preciso para llevar a buen puerto esta alternativa, realizar una planeación estratégica y financiera tendiente a la conservación de la empresa.