En Colombia el artículo 422 del código del comercio indica que las reuniones ordinarias de las asambleas de accionistas en las sociedades comerciales, en caso de no haberse convocado, deberán realizarse el primer día hábil del mes de abril con el ánimo entre otras cosas de realizar un análisis de la situación de la compañía y de nombrar a sus administradores. Es por tal motivo que durante todos los marzos se llevan a cabo las famosas asambleas, estas son quizá la reunión más importante que toda organización realiza.
En tales reuniones aquellos que denominados socios, aportantes de capital dentro de una sociedad, reciben las cuentas de cómo se comportó su inversión y allí más que nunca cobran importancia los estados financieros, pues es al rededor de ellos que se justifican los resultados de los administradores del negocio.
Vale la pena resaltar que existen cuatro estados financieros de obligatorio cumplimiento y cada uno de ellos con una función especifica, el estado de situación financiera conocido por muchos como balance general, estado de resultados denominado también PyG, estado de flujo de caja y el estado de comparación patrimonial. No obstante, la gran mayoría de empresarios se centra particularmente en el estado de resultados. Este estado financiero arroja como resultado la utilidad o pérdida en un período de tiempo en el se analiza la relación entre ventas, costos y gastos. Dependiendo de la utilidad y de la proyección de la caja de la compañía se puede establecer qué tanto de la utilidad anual se distribuirá, a esto se le conoce como dividendo.
Los administradores basados en la contabilidad, otra importancia de tener todo debidamente registrado, analizan la situación cuantitativa y cualitativa de la empresa y brindan su informe de gestión a los accionistas, quienes se pronuncian para decidir si continuar o no frente a las explicaciones expuestas. Ante los diferentes retos expuestos, es posible que un gerente requiera de un nivel de competencias diferente y en consecuencia la Asamblea decida contratar un nuevo estratega capaz de alcanzar una rentabilidad mínima esperada. Las estrategias tomadas dependerán de lo que muestren las cifras, el contexto organizacional, la capacidad de dirección, entre otros factores que un cuerpo colegiado tiene en cuenta.
Las asambleas son responsables, en últimas, de aprobar o no las cifras e informes presentados por los presidentes, gerentes, revisores fiscales y contadores, una vez aprobadas llegan los calendarios de pagos tributarios, específicamente declaración de renta, y de renovaciones de cámara de comercio.
Así mismo estas asambleas deben dar la pauta para la realización o la re orientación de los planes estratégicos corporativos por parte de la administración del negocio, puesto que no solo los dividendos deben ser parte de los resultados sino elementos como la valorización de la empresa. Marzo en definitiva es el mes en donde los accionistas se dan cuenta si vale la pena tener el dinero o no en una compañía, con la frialdad que las cifras presentan. Los números siempre deben mostrar la realidad financiera de una empresa, pues está en juego el capital de quienes apostaron para hacer tantos sueños realidad.